Porqué no trabajamos en cuando debemos estar trabajando? La pregunta que nos hacemos a menudo en temas de productividad. En ocasiones, cuando valoramos nuestro trabajo diario, notamos una carencia en este asunto que nos puede estar ocasionando un problema de productividad. ¿Qué es lo que está fallando?

 ¿Quién tiene la culpa de las distracciones en el trabajo?.

     Uno tiende a pensar, que si comparamos la idea del teletrabajo con trabajar en la oficina, los riesgos de distraerse desde casa son mucho mayores cuando trabajamos desde allí. Sin embargo, a menudo no se tiene en cuenta cuando las distracciones son buscadas (nevera, sofá...) se resuelven mejor que cuando se fuerzan. ¿Qué es lo que realmente nos distrae en el trabajo?

• Jefes: Los managers y jefes son lo mayores interruptores. ¿Qué tal vas con eso? Mirame el dato que... Son las cuestiones que molestan nuestro trabajo importante.
• Charlas entre compañeros: Contar tal anécdota no debe ser imprescindible si lo que buscamos es sacar adelante trabajo. La sociabilidad en el trabajo es importante, y las tareas a cumplir, tmbién. Todo en su justa medida.
• Reuniones: Acude a ellas cuando sea imprescindible. No necesitas ir a todas, estarás perdiendo tiempo y estarás igualmente actualizado sin ella.

Las soluciones a estos interruptores son bien sencillas, y comienzan con una gestión sencilla de nuestras tareas y horarios. Si además, instauramos medidas como las horas de trabajo silencioso, o un día en el que podamos trabajar desde casa, veremos rápidamente los resultados.

Gestionar el tiempo que tenemos para nosotros es imprescindible si queremos ser eficaces. Compartir y no aislarnos es fundamental en la oficina, pero las distracciones mundanas resienten nuestro día a día y en ocasiones nos cargan mucho más que nos ayudan.